"Blanca, toda blanca, ella se alejó.
Dejó el bullicio.
Ella se une a la fuente de sus inspiraciones.
Reuniones. Amor. El viento como una caricia toca sus párpados,
empujones en las hojas.
El viento portador de semillas. Rueda sobre la Tierra.
Tierra llena de savia con olor a humus..."
La Féconde, las tierras floridas, copyright todos los derechos reservados)
El Sagrado Femenino en el Bosque
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La Féconde, las tierras floridas es un libro psico-chamánico de 70 páginas para deleitar tus sentidos con la belleza de la naturaleza, para hacerte viajar en los mundos interiores.
También es un ciclo de la feminidad. Viene a apoyar a uncamino de la resiliencia, ofrece coraje, perseverancia y nos recuerda nuestra unión con la naturaleza. Nuestra vidainterior instintivo, sensual, espiritual es ricoen todo momento. Ella es el fluir del agua, el orgasmo cósmico.Nuestra tierra para amasar, moldear, amar y verla florecer.
Mi escritura,
mi música, mi canción, mi danza, mi arte de amar y curar me los inculca la Naturaleza. Os lo ofrezco para que también vosotros podáis acoger vuestra naturaleza, recibir este maná.
Realízate, sueña tu vida.
Lucille Aimee es una curandera por naturaleza, su ultrasensibilidad, hoy con su madurez.
Hace treinta años, vendedora de rosas y bailarina de calle y jardín, dormía y corría por el bosque de noche, bañada en el mar en invierno.
Sus bailes estaban llenos de esa ósmosis con los árboles y los elementos. Esta alegría de estar completa y viva que amaba ofrecer.
Ella comenzó a escribir esta historia después del nacimiento de su primer hijo. Y después del nacimiento de su segundo hijo, se convirtió en guardiana del bosque de Brocéliande simplemente por evidencia.
Durante el llamado de la Selva de la Alta Amazonía del Perú, hace 14 años, encontró la gracia. El baile se convirtió en una canción de amor. Aquí es donde termina "La Féconde".
Desde entonces es mujer ceremonial en el Perú con la liana sagrada de la selva. Y enseña y acompaña en Francia a la belleza de la naturaleza. A la belleza de la apertura de nuestra conciencia y de nuestro corazón.
Se está escribiendo una historia chamánica "La Fleur de la selva, Vivre la gracia"
Arpa,voz, flauta
para acompañartu lectura
puedes hacer clicen la primera pagina
del'Libro electronicoel fructífero
(para una buena calidad de escucha, piense en el casco)
Las primeras mujeres que leyeron La Féconde me escribieron espontáneamente estos mensajes
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Que profundo me conmueve “ver” *Tu Renacimiento*, depositando magistral y sublimemente heridas, deambulaciones, inocencia, abandono, trascendencia, donde en un mismo ímpetu, el asombro se apodera y te vuelves Diosa, Luz, Amor y te revelas Solar Mujer, en comunión con todos los elementos de la creación....
Estoy subyugado para sentirte en el último y sagrado Amor....
¿Es un sentimiento, una interpretación que me compromete solo a mí?
¿Por qué no buscar un editor para diseñarlo?
M. (78 años, jubilado)
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Oh Lucille acabo de terminar tu historia.. que hermosa. poético y alquímico. Él razona muy fuertemente en mí.
La historia de una vida, de transformaciones, a veces dolorosas, pero siempre llenas de alegría. La dificultad de estar en el mundo, luego la conexión con el Todo, la transformación en madre universal. ¡Qué camino! que alma tan hermosa
Y esta exuberante y mágica naturaleza, al corazón de la selva amazónica
También escucho en este cuento el don de un mensaje universal
De reconexión con uno mismo y con la madre tierra.
A. (28 años, creador del evento)
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Que gusto leerte!!
Es vibrante, conmovedor, conmovedor. ¡Y una belleza! Viajamos lejos. Y sin embargo solo leí los dos primeros viajes. Estoy esperando tener un momento para leer el último. Les agradezco por este cuento, tengo muchas ganas de leer, lo disfruté. Haces bien en editarlo, no hubiera sido correcto que estos escritos quedaran en un cajón. Y hará felices a otros lectores.
E. (45, bienestar)
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Gracias por compartir. Una travesía intensa en tu universo de mujer. La naturaleza está presente y los animales también. Es rico, colorido y lleno de sensaciones.
C. (42 años, artista visual)
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GRACIAS. Gracias por este hermoso viaje que me pone una suave vibración en el corazón, que me despierta, me recuerda...
M. (34 años, educadora)